Psicodiagnóstico: con los niños y adolescentes a menudo es muy importante realizar una valoración tanto a nivel emocional como a nivel de aptitudes y capacidades. El malestar del joven o del niño a menudo queda reflejado en su rendimiento académico. Por este motivo, muchas veces se hace necesario investigar el porqué de la dificultad, si su origen está en una perturbación emocional o psicopedagógica.
Psicoterapia: Igual que en los adultos la psicoterapia va orientada a mejorar el estado general a nivel emocional del niño o del joven. En los niños trastornos tan habituales como la depresión se pueden manifestar de maneras bien distintas a las del adulto, a menudo como conductas inadecuadas o violentas. Con los niños se trabaja sobretodo a través del juego y del dibujo, que son expresiones muy propias y naturales de su edad y de su mundo.
Con los adolescentes se trabaja de manera parecida a la del adulto pero con la idiosincrasia que supone el hecho de que muchas veces vienen forzados por la familia o la escuela.
A petición de la familia se pueden realizar informes explicativos al tutor o a la escuela para facilitar la comprensión de la situación al equipo docente.
Reeducaciones: Si una vez hecha la valoración, se llega a la conclusión de que el problema es de orden psicopedagógico, se planifica trabajar en aquellas áreas deficitarias ( atención y memoria, lenguaje, razonamiento,...) de manera totalmente personalizada, hasta la compensación o recuperación de la deficiencia. Si así se solicita y con el consentimiento de los padres, se puede dar orientación a la escuela del niño o adolescente.
Homeopatía: la
homeopatía ha demostrado ser muy efectiva en el tratamiento de los niños, que por otra parte no conviene medicar con ansiolíticos o antidepresivos de no ser muy necesario.